Ejercicio 13
Tras el ejercicio de la
meditación con mantras, creemos que la sílaba sagrada OM merece un capítulo
aparte , porque pese a provenir de la tradición hindú, se va convirtiendo
espontáneamente patrimonio común de muchas personas que se enmarcan en otras
tradiciones religiosas.
OM expresa la vibración
primordial a partir de la cual todo el resto de la creación existe, el primer
sonido que brota del Silencio a partir del cual se forma toda palabra, todo
pensamiento y toda música. Es también el último sonido, la última vibración
antes de “perdernos” en el Gran Silencio, la Fuente, el Origen y el Fundamento
de todo.
OM está formado de tres
elementos: A y U que se unen dando lugar a O, seguidas de M. tres letras en un
único sonido. Por eso lo vemos también escrito, a veces, como AUM. Es el sonido
más simple que pueda pronunciar el hombre.: A, el sonido primordial en todas
las lenguas, que se oscurece en O y se alarga en la resonancia nasal, figurada
por M.
¿Cómo meditar, pues, a
partir del OM?
Hay dos
posibilidades: que toda la meditación esté centrada en el OM, o bien que lo
pronuncies algunas veces al inicio de ésta, para continuar utilizando algún
otro medio.
Tanto en
un caso como en otro, comienzas, pues, como siempre, con algunas respiraciones
profundas y completas y con un breve repaso de las sensaciones corporales.
Entonces
inspiras profundamente y, relajando la garganta y dejando que el sonido provenga
del fondo del pecho, es decir, de la zona del diafragma, abres bien la boca y
dejas salir el OM: más como un sonido que se pronuncia él mismo en ti y que tú
acoges conscientemente, que no que lo pronuncias tú activamente. Es como si
todo el universo estuviera pronunciando el OM constantemente y tú simplemente
lo dejaras resonar en tu cabeza y en todo tu cuerpo. Mantienes el sonido tanto
como te sea confortablemente posible, dejando que su vibración recorra todo tu
cuerpo, especialmente la columna vertebral, y resuene en el interior de la
cabeza como si apartara amablemente todo otro pensamiento.
Lo haces
tantas veces como desees, hasta que sientas el deseo espontáneo de quedarte en
silencio.
Probablemente el OM
continuará todavía resonando en tu interior, dándote una agradable sensación de
integración, de armonía y de silencio interior que te facilitará y te invitará
–por decirlo así- a “perderte” en el Gran Silencio.
RECUERDA: periódicamente, voy presentando nuevos ejercicios en la Página Principal del blog. Paralelamente, y para tenerlos disponibles juntos, los voy dejando en la página DESPIERTO Y ATENTO.
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