sábado, 24 de noviembre de 2018

Un espacio para ser yo




Un espacio para ser yo




¿Por qué amo tanto el silencio?, me he preguntado a menudo. ¿Por qué proyecto en él quién sabe qué delicias? ¿No será el silencio un mito –me he dicho-, el reducto donde introduzco un poco de paraíso en esta tierra de ruidos? Y he concluido que el silencio y la soledad me han fascinado tanto porque son los espacios perfectos para ser yo y, ¡cómo no!, también para dejar de serlo.

            Pablo d’Ors






sábado, 17 de noviembre de 2018

sábado, 10 de noviembre de 2018

¡Gracias!


¡Gracias!




Miro,
admiro,
escucho,
leo,
siento,
presiento,
… …
Te busco!










Dios próximo,
pero al fin inalcanzado.
Dios cercano,
intuido,
presentido,
pero al final …
más allá.

Dios,
energía,
dinamismo,
evolución,
persona,
fuerza,
aliento de vida, …
¿quizás todo?
No lo sé.

Sí, quizás TODO!

Sol,
brisa,
respiración,
dolor,
preocupación,
yo,
tu,
… …

Sí, quizás TODO!

Dios: no-yo.
Yo: no-Dios.

Dios: no-sin-mi.
Yo: no-sin-Dios.

Dios en mi!
Yo en Dios!

Sea lo que sea,
sea como sea,
¡GRACIAS!

                           Daniel








sábado, 3 de noviembre de 2018

Ejercicio 8:



Ejercicio 8
Llama de fuego





Este ejercicio resulta fácil y agradable de hacer si tienes una pequeña vela encendida o algún fuego delante.

El ejercicio es así:

Consciente de tu cuerpo y de tu respiración, contempla durante unos minutos la llama que tienes delante (si no la tienes físicamente, la imaginas). Fija en ella tranquilamente la mirada… en silencio… sin hacer ninguna consideración mental…

Contémplala de tal manera que te vaya resultando familiar, próxima, hasta que te sea fácil imaginar que tú te fundes con la llama, que tú eres la llama…

La llama es inconsistente, volátil, luminosa…

Tu cuerpo, ahora convertido en llama, es también sutil, volátil, luminoso…

Tu mente, tu mundo emocional y afectivo, todo se vuelve silencioso y sutil como la llama…

Simplemente luz…

Y, si quieres llevar más lejos la meditación, cierra los ojos (si todavía los tienes abiertos) y haz como si todo tu yo individual –cuerpo y psiquismo- acabaran de consumirse en tu llama hasta que no quede nada: Silencio… en el Todo, es Todo…

Conviene practicar cada ejercicio como mínimo una semana antes de pasar al siguiente –y si te detienes en uno más tiempo, todavía mejor-. 




RECUERDA: periódicamente, voy presentando nuevos ejercicios en la Página Principal del blog. Paralelamente, y para tenerlos disponibles juntos, los voy dejando en la página DESPIERTO Y ATENTO.