LA BÚSQUEDA DEL ASNO
Todo el mundo se asustó al
ver al Mullah Nasruddin recorrer apresuradamente las calles de la aldea,
montado en su asno.
«¿Adónde vas, Mullah?, le preguntaban.
«Estoy buscando a mi asno», respondía Nasruddin al pasar.
En cierta ocasión vieron a
Rinzai, el Maestro de Zen, buscando su propio cuerpo. Ello hizo que se rieran
mucho sus más estúpidos discípulos.
¡Llega uno a encontrarse con gente seriamente dedicada a
buscar a Dios!
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