sábado, 15 de diciembre de 2018

Ejercicio 9: Identificándonos con la creación

Ejercicio 9
Identificándonos con la creación








TODAS LAS TRADICIONES RELIGIOSAS han utilizado elementos de la creación como símbolos que las han inspirado y las han dirigido hacia la Transcendencia. Así, la luz, el fuego, el agua, la tierra, el aire, el sol, el cielo, el árbol, la montaña, la flor, el río, el mar, etc., son símbolos religiosos universales. Vale la pena que en nuestro camino de despertar interior los tengamos presentes y los aprovechemos, como han hecho nuestros maestros.

El esquema básico de trabajo sería:

Como siempre, comenzamos relajándonos y centrándonos en el presente a través de la consciencia corporal y la respiración.

A continuación, contemplamos físicamente el objeto simbólico escogido. Y si éste no está físicamente presente, lo hacemos con la imaginación.

Nos abrimos al máximo para percibir sus características. No se trata tanto de pensarlas como de sentirlas.

Hacemos como si nos avanzáramos hacia el objeto escogido hasta identificarnos con él: hacernos él. Hasta vivir y percibir en nosotros sus características.

A partir de aquí, constataremos que cada objeto escogido con el que nos estamos identificando nos remite, con su manera específica, hacia el trasfondo de todo, hacia el Universo, hacia el Ser, el Absoluto, el Yo profundo de todo…

Por tanto, no nos quedamos atrapados por la vivencia del objeto escogido, por rica y agradable que sea, sino que a través de él vamos más allá y lo transcendemos todo para entrar en el Silencio y en la Totalidad.

Cuando volvemos a abrir los ojos, nosotros somos de nuevo nosotros, el sol es el sol, el fuego es el fuego, el río es el río, etc. Pero vividos ahora desde una nueva percepción: ya no nos sentimos separados. Es lo que los maestros llaman la consciencia de No-Dualidad, que no abarca sólo los objetos de la creación, sino sobre todo también lo que a menudo nos crea más conflicto y dificultad: las personas –las próximas y las lejanas- que constituyen nuestro mundo.
La armonía y belleza de los objetos de la creación nos ayudan a reencontrar nuestra propia armonía y belleza, no sólo la nuestra, sino la de quienes nos rodean, cosa que no siempre es fácil.




RECUERDA: periódicamente, voy presentando nuevos ejercicios en la Página Principal del blog. Paralelamente, y para tenerlos disponibles juntos, los voy dejando en la página DESPIERTO Y ATENTO.







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