sábado, 30 de junio de 2018

Stop 6







Exteriormente guardamos silencio, pero interiormente hablamos sin parar. 


En nosotros hablan los impulsos insatisfechos, las necesidades no atendidas; en nosotros hablan las emociones y los estados de ánimo que no han alcanzado el equilibrio; y en nosotros hablan también la vanidad y la ambición. 

El silencio exterior no nos dice si hemos aprendido a guardar silencio interiormente y, en caso afirmativo, hasta qué punto lo hemos aprendido.

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