Himno del Zazen
Zazen Wasan
(El Himno del Zazen)
Todos los seres son desde el principio Budas (Dios).
Es como el agua y el hielo;
sin agua no puede haber hielo.
No hay Budas (Dios) si no es en los seres
vivientes.
Al no saber que está aquí cerca, lo buscamos lejos. ¡Qué
lástima!
Es como el que llora de sed estando en el agua;
es como el hijo de una casa noble extraviado entre
los pobres.
La causa de nuestro deambular a través de los seis
mundos
es que estamos perdidos en los oscuros caminos de la
ignorancia;
y nos extraviamos cada vez más en la oscuridad.
¿Cuándo escaparemos de nacimiento y muerte?
Por el mérito de una sola sentada/meditación
él destruye sus innumerables pecados acumulados.
¿Cómo puede haber un falso camino para él?
El paraíso de la Tierra Pura no está muy lejos.
Cuando, reverenciándola,
esta verdad es escuchada aunque sea una sola vez,
el que la alaba y felizmente la acoge, obtiene
infinitos méritos.
Entonces ¿cuántos más méritos obtendrá él que
empieza a dirigirse hacia su propio interior
y confirma directamente su propia
naturaleza -esa naturaleza que es la no-naturaleza? –
Ése ha trascendido las vanas palabras.
La puerta se abre, y causa y efecto son uno.
El camino discurre en línea recta; no hay dos, ni
tres.
Tomando como forma la forma de la no-forma,
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