sábado, 27 de octubre de 2018

Humildad


Humildad



No es posible acceder a la verdad sin humildad; la humildad es la puerta de la verdad. Todo se comprende desde abajo, sólo desde abajo: ésta es la sabiduría a la que he llegado. ¡Si los filósofos entendieran esto! Lo sabio no es subir, sino bajar, puesto que el lugar más bajo es siempre el más universal. Nos vamos quedando progresivamente más solos conforme subimos. Me ha costado mucho entender que no tengo que ser nada, puesto que ya lo soy; que el proceso por el que debía encaminarme no consistía en añadir experiencias o conocimientos para llegar a se, sino precisamente en quitarlas para llegar a descubrir a quien ya era y a quien durante tanto tiempo había ignorado. Según he comprendido, estos son los dos presupuestos básicos con que se puede vivir: yo no soy y tengo que sumar para poder ser; yo ya soy y tengo que restar para descubrirlo. Quizá haya alguien a quien sirva esta anotación.
Cuando he profundizado en mí mismo he descubierto que soy, fundamentalmente, angustia y egocentrismo. Esto no me gusta y, por eso, he pasado mucho tiempo tratando de ocultármelo. Toda nuestra vida suele ser, a menudo, un simple encubrimiento de la verdad. Por eso tantas personas se dedican a divertirse, por eso no quieren parar. El hombre odia la verdad porque le descubre tal cual es.





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