sábado, 3 de noviembre de 2018

Ejercicio 8:



Ejercicio 8
Llama de fuego





Este ejercicio resulta fácil y agradable de hacer si tienes una pequeña vela encendida o algún fuego delante.

El ejercicio es así:

Consciente de tu cuerpo y de tu respiración, contempla durante unos minutos la llama que tienes delante (si no la tienes físicamente, la imaginas). Fija en ella tranquilamente la mirada… en silencio… sin hacer ninguna consideración mental…

Contémplala de tal manera que te vaya resultando familiar, próxima, hasta que te sea fácil imaginar que tú te fundes con la llama, que tú eres la llama…

La llama es inconsistente, volátil, luminosa…

Tu cuerpo, ahora convertido en llama, es también sutil, volátil, luminoso…

Tu mente, tu mundo emocional y afectivo, todo se vuelve silencioso y sutil como la llama…

Simplemente luz…

Y, si quieres llevar más lejos la meditación, cierra los ojos (si todavía los tienes abiertos) y haz como si todo tu yo individual –cuerpo y psiquismo- acabaran de consumirse en tu llama hasta que no quede nada: Silencio… en el Todo, es Todo…

Conviene practicar cada ejercicio como mínimo una semana antes de pasar al siguiente –y si te detienes en uno más tiempo, todavía mejor-. 




RECUERDA: periódicamente, voy presentando nuevos ejercicios en la Página Principal del blog. Paralelamente, y para tenerlos disponibles juntos, los voy dejando en la página DESPIERTO Y ATENTO.






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