sábado, 21 de diciembre de 2019

Cuento 21: Gritar para quedar a salvo... e incólume









GRITAR  PARA  QUEDAR  A  SALVO...
E INCÓLUME

Una vez llegó un profeta a una ciudad
con el fin de convertir a sus habitantes.
Al principio la gente le escuchaba cuando hablaba, pero poco a poco se fueron apartando,
hasta que no hubo nadie que escuchara,
las palabras del profeta.

Cierto día, un viajante le dijo al profeta: 
«¿Por qué sigues predicando? 
¿No ves que tu misión es imposible?».


Y el profeta le respondió
«Al principio tenía la esperanza de poder cambiarlos. 
Pero si ahora sigo gritando es únicamente para que no me cambien ellos a mí».







No hay comentarios:

Publicar un comentario