LA ORACIÓN PUEDE SER PELIGROSA
He aquí una de las historias predilectas del Maestro de sufí Sa'di de
Shiraz:
Cierto amigo mío estaba encantado de que su mujer hubiera quedado
embarazada.
El deseaba ardientemente tener un hijo varón
y así se lo pedía a Dios sin cesar,
haciéndole una serie de promesas.
Sucedió que su mujer dio a luz a un niño,
por lo que mi amigo se alegró enormemente e invitó a una fiesta a toda la
aldea.
Años más tarde, volviendo yo de La Meca,
pasé por la aldea de mi amigo y me enteré de que estaba en la cárcel.
«¿Por qué? ¿Qué es lo que ha
hecho?», pregunté.
Sus vecinos me dijeron:
«Su hijo se emborrachó, mató a un
hombre y salió huyendo. De manera que arrestaron al padre y lo metieron en la
cárcel».
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