sábado, 27 de junio de 2020

Cuento 25: La oración puede ser peligrosa






LA  ORACIÓN  PUEDE  SER PELIGROSA

He aquí una de las historias predilectas del Maestro de sufí Sa'di de Shiraz:

Cierto amigo mío estaba encantado de que su mujer hubiera quedado embarazada.
El deseaba ardientemente tener un hijo varón
y así se lo pedía a Dios sin cesar,
haciéndole una serie de promesas.

Sucedió que su mujer dio a luz a un niño,
por lo que mi amigo se alegró enormemente e invitó a una fiesta a toda la aldea.

Años más tarde, volviendo yo de La Meca,
pasé por la aldea de mi amigo y me enteré de que estaba en la cárcel.

«¿Por qué? ¿Qué es lo que ha hecho?», pregunté.

Sus vecinos me dijeron:
«Su hijo se emborrachó, mató a un hombre y salió huyendo. De manera que arrestaron al padre y lo metieron en la cárcel».


Es verdad que pedir a Dios insistentemente lo que deseamos es un ejercicio realmente loable. Pero es también muy peligroso.





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