sábado, 22 de agosto de 2020

Cuento 27: Pedir la lluvia


PEDIR LA LLUVIA



Cuando acude a ti el neurótico en busca de ayuda, rara vez pretende ser curado, porque toda curación es dolorosa. Lo que realmente desea es encontrarse a gusto con su neurosis. O, mejor aún, anhela un milagro que le cure sin dolor.

Al viejo le encantaba fumar su pipa
después de la cena.
Una noche su mujer olió
que algo se quemaba y gritó:

«¡Por Dios bendito, papá!
Se te están quemando los bigotes».

«Ya lo sé», respondió el viejo airadamente.

«¿No ves que estoy pidiendo la lluvia?».



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